Estas sesiones están pensadas para crear un flujo constante de imágenes y videos que reflejen la esencia de tu actividad profesional. No se trata de una producción aislada, sino de generar contenido en fotos y vídeos continuos que muestre tu día a día, tus eventos y la dinámica real de tu trabajo.

El objetivo es disponer de un banco de recursos siempre actualizado, listo para nutrir tus redes sociales, página web o comunicaciones con prensa.

A través de una mirada natural y profesional, estas sesiones construyen un relato visual coherente y cercano, que transmite autenticidad y fortalece tu presencia de marca.

Llamamos crear recursos de los recursos a aquellas sesiones en las que incorporamos una segunda cámara para trabajar detrás de cámaras, registrando el “cómo se hizo” de cada producción.

Este material, concebido como un making of, aporta un valor añadido muy potente: no solo muestra el resultado final, sino también el proceso creativo y humano que lo hizo posible.

Grabar a quienes graban genera un impacto inmediato.

Las imágenes transmiten un aire cinematográfico y refuerzan la percepción de profesionalismo, situando al cliente en un nivel de producción más elevado.

Es un recurso que impacta tanto en los clientes como en el entorno, proyectando prestigio, confianza y una imagen sólida y diferencial.

En definitiva, se trata de transformar cada proyecto en una experiencia completa, con un testimonio visual que eleva el trabajo y lo posiciona con un carácter mucho más profesional.

Esta propuesta se centra en un reportaje fotográfico cuidadosamente planificado y ejecutado. Se trata de una sesión concebida a propósito, con el objetivo de obtener entre 6, 8 o 12 fotografías únicas e impactantes, seleccionadas y tratadas con especial atención en cada detalle.

Cada imagen se edita con mimo, buscando resaltar lo esencial y transmitir un mensaje claro y poderoso. El resultado son piezas visuales con la calidad necesaria para publicaciones destacadas, prensa, catálogos institucionales o cualquier soporte en el que la excelencia sea imprescindible.

Estas sesiones no buscan cantidad, sino profundidad: un trabajo minucioso que garantiza imágenes memorables y con verdadero peso comunicativo.

Las sesiones de seguimiento están concebidas como un acompañamiento cercano y constante al cliente en aquellos momentos que merecen ser contados. Más que una sesión puntual, se trata de estar presentes allí donde ocurre lo importante: una entrevista, una rueda de prensa, un viaje significativo, una reunión de negocios o un evento social de relevancia.

Nuestro papel es acompañar discretamente, cámara en mano, para captar con naturalidad la esencia de cada instante. Cada acontecimiento es para nosotros una oportunidad de promover tu profesionalidad. Desde situaciones estrictamente profesionales hasta encuentros más personales, como comidas, cenas entre amigos o paseos en familia, estas sesiones buscan construir un testimonio claro, patente y humano del trabajo y las vivencias del cliente.

La producción de video es el corazón del trabajo audiovisual: el momento en el que los filmmakers, con una o varias cámaras, salen a captar las imágenes que darán vida al proyecto. Ya sea con un solo dispositivo o con despliegues de dos e incluso tres cámaras, el objetivo es siempre el mismo: cazar los mejores planos con un nivel de exigencia profesional y con equipos de alta definición.

Estos rodajes constituyen la base de todo. Los filmmakers son quienes generan el material bruto, las piezas esenciales que más tarde serán transformadas en postproducción. Cada encuadre, cada toma y cada detalle recogido en esta fase es lo que permitirá, en el siguiente paso, construir un producto final sólido, atractivo y con identidad propia.

La producción en campo es, por tanto, el primer gran eslabón de la cadena creativa: el que garantiza imágenes de la más alta calidad, preparadas para convertirse en narrativas audiovisuales memorables.

El trabajo de postproducción es, sin duda, la fase más laboriosa y minuciosa de todo el proceso audiovisual. Requiere horas de visionado, selección y tratamiento de cada uno de los cientos de planos e imágenes que han sido capturados en la fase de producción.

Aquí es donde comienza la verdadera construcción narrativa: se crea un guion, un hilo conductor que ordena las escenas para transmitir el mensaje deseado y evocar las emociones adecuadas en cada momento. La edición, el montaje, la corrección de color, el diseño sonoro y los efectos se ponen al servicio de una idea clara: transformar el material bruto en una obra coherente, atractiva y con personalidad propia.

La postproducción es, en definitiva, un trabajo fantástico para los más creativos de este arte: el lugar donde la técnica se encuentra con la sensibilidad, y donde cada proyecto alcanza su máxima expresión.