La ceremonia de un bautizo es uno de los momentos más especiales y sagrados en la vida de una familia. Es un acto lleno de amor, tradición y fe, en el que los padres presentan a su pequeño ante la comunidad para dar inicio a un nuevo capítulo. Cada gesto, cada palabra, y cada mirada durante este rito está lleno de significado. 
 

Como fotógrafo, mi misión es capturar la solemnidad y la belleza de este momento. Desde el agua bendita cayendo suavemente sobre la cabeza del bebé, hasta las sonrisas y lágrimas emocionadas de los padres y padrinos, todos esos detalles se convierten en recuerdos eternos a través de mis fotografías.

Mi enfoque es discreto pero atento, asegurando que cada instante importante sea inmortalizado sin interrumpir la intimidad de la ceremonia. Quiero que las fotos reflejen no solo el acto de fe, sino también el amor y la conexión que se vive en esos minutos tan significativos. Desde los momentos más solemnes hasta las sonrisas de felicidad tras la ceremonia, cada imagen cuenta una historia de fe, familia y esperanza.